martes, 23 de abril de 2013

Finch: Disrito 5

CAPÍTULO 2
   No podía entenderlo, ¿qué hacían en el bosque? no quería ni podía creerlo. Mis papás siempre fueron muy tranquilos y siempre habían le habían tenido miedo al capitolio, a romper las leyes, a los agentes de las paz... No entiendo cómo se atrevieron a cruzar esa cerca cuando saben los peligros y riesgos que eso implica. Solo había una alternativa.
- No salieron al bosque, los inculparon - dije muy segura a Lucy
- ¿Cómo lo sabes?
- Porque creo conocerlos lo suficiente como para saber que no son capaces de romper alguna regla del distrito
- Pues si estás tan segura anda al edificio de justicia y convéncelos de que nuestros padres son inocentes - dijo sarcásticamente. Realmente no encontré que fuera una mala idea, pues al analizar la situación solo tenía dos opciones: ir a defenderlos o sentarme a esperar que vuelvan sanos y salvos, lo cual conociendo el sistema de Panem no pasará. Me paré, me sequé las lágrimas y corrí fuera de la casa. Al salir noté que estaba nevando, pero no me importó, pasé por encima de la nieve mojándome los pies y seguí corriendo, crucé la plaza y todos me miraban extrañados, pues al parecer no es habitual ver a alguien correr entre la nieve. Finalmente llegué a la entrada del edificio de justicia y le dije a la secretaria:
- Hola, quiero ver a mis padres
- Si claro entraron hace poco, pero dime ¿qué edad tienes?
- 18 - mentí - pero rápido ¡estoy apurada!
- Pasa, al final de las escaleras, el octavo piso la oficina 803 - no podía creerlo, justo cuando estaba más apurada había más escaleras. Subí rápidamente hasta el piso 3, pero en adelante mis pies no daban más. Como este edificio no es de los de mejor calidad los escalones son muy separados por lo que hay que esforzarse más y además hay agujeros en algunos en los que perfectamente alguien puede tropezar. Tuve que decirle a la secretaria que tenía 18 años pues solo tienen acceso al edificio mayores de 18 y trabajadores en la compañía del Distrito, un sistema bastante injusto.
   Cuando por fin vi el final de las escaleras recuperé fuerzas y me armé de valor para tocar la puerta, pero no me sentía capaz, primero quería escuchar qué les decían:
- ... ambos trabajan en la compañía del Distrito, pero no por eso son liberados. Cada habitante es penalizado por una falta tan grave como la que ustedes cometieron...
- ¡No hicimos nada! - interrumpió una voz masculina que supuse era mi papá
- ¡Silencio! tenemos un testigo que los vio  y que además nos indica que cortaron algunos alambres de la cerca por lo que se puede considerar una falta muy grave - ya no tenían escapatoria, llamé a la puerta y me permitieron pasar. Era una habitación estrecha, llena de cuadros con diplomas, había una silla en la que estaba sentada la entrevistadora: una señora de unos 30 años con cabello rosado y maquillaje en exceso de colores muy fuertes, venía del capitolio. Frente a ella un escritorio lleno de papeles y mis padres sentados frente a éste. Al entrar dije:
- Soy testigo y le puedo afirmar que ellos no han hecho nada
- ¿Quién es usted? - preguntó la entrevistadora
- Finch, su hija menor - mi mamá estaba llorando y en los ojos de mi papá pude ver reflejado el enojo que le causaba verme ahí defendiéndolos
- Buneo señorita, sus padres han cometido un crimen que tiene pena de muerte, ¿tiene algún hecho concreto que pueda usar a favor de ellos?
- Si, los conozco y sé que nunca harían dicho crimen
- ¡Eso no dice nada señorita! ¡Retírese si no quiere que llame a los agentes que esperan afuera! - gritó muy fuerte y casi sentí que se movió todo a nuestro alrededor, me quedé callada a punto de llorar, era verdad, eso no probaba nada. Unos segundos después del grito entró un hombre alto, esbelto y musculoso, vestido con un terno negro y una corbata café. Estaba rígido con una cara de enojo muy notable.
- ¿Qué son todos esos gritos? - la entrevistadora le explicó toda la problemática y mi aparición en la oficina, él sonrió y me preguntó - ¿cuántos años tienes?
- 15 - respondí sin entender la razón de la pregunta 
- Bueno, en ese caso la razón es simple: sus padres quedan libres a cambio de poner 8 papeletas con su nombre en la cosecha, problema resuelto. Buenas tardes - se despidió y se fue junto a la entrevistadora.

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Ese es el capítulo 2! comenten diciéndome si les gustó. También pueden poner sus correos en los comentarios para que les avise cada vez que suba algo! Gracias por leer c:








2 comentarios:

  1. Hola!, me he leído tus capítulos y tienen bastante buena pinta. Como recién estás empezando tengo algunas sugerencias respecto al blog:
    -El diseño, no puedo hablar mucho de ello porque no tengo mayor idea, pero te sugiero que cambies el fondo y que si sabes hagas una cabecera (yo no sé)
    -El nombre, a medida que tu historia crezca, podrías ponerle un nombre más adecuado a la historia.
    -Páginas, en el menú de blogger podrás crear páginas estilo afiliados, capítulos, personajes, etc.
    Pd: Si puedes pásate por mi blog , dame tu opinión y afiliiame yo te afilio en cuanto pueda.
    www.en-las-alas-del-sinsajo.blogspot.com
    Y creo que eso sería lo principal, por el momento los capítulos me gustan bastante.
    Saludos :)

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  2. Hola! muchas gracias por tus sugerencias, las tomaré en cuenta. Me alegro de que te hayan gustado los capítulos y espero que te sigas metiendo en la página para que sigas leyendo mi novela.
    Saludos =)

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